Dedos en garra
Una de las patologías que encontramos con más frecuencia en el pie, son las deformidades de los dedos. Diríamos que son altamente comunes. La variedad de las deformidades pueden atender a múltiples combinaciones en el mismo dedo y entre la relación de un dedo con el otro debido a las posiciones que ocupan.
Los encuentros más frecuentes son los siguientes:
El segundo dedo, debido a su longitud mayor suele ser el que presenta mayor patología. No sólo se altera en las articulaciones del propio dedo sino que por su movilidad en la zona metatarsal puede llegar a lesionar también esta articulación. Esta alteración va asociada en múltiples casos con la deformidad del primer dedo. El conocido Juanete o Hallux Valgus.
Cualquier alteración digital se ha ido produciendo a lo largo del tiempo por motivos diferentes. Todas estas causas las podemos vincular a excepción de los traumatismos por accidente, a problemas biomecánicos que se derivan de la marcha, la postura y el calzado.
La parte anterior del pie, en la porción de los dedos, se va acomodando a las fuerzas que los van lesionando e intentando encontrar la mejor posición posible para solucionar las alteraciones biomecánicas. La consecuencia, habrá una variación en la morfología de los dedos. Después de todo aunque el intento del cuerpo haya sido compensar las alteraciones, los dedos quedan en posiciones que, a su vez, también producirán dolor. Es en este punto cuando los pacientes, después de haber hecho todos los intentos posibles con calzados cómodos, solicitan otro tipo de ayuda.
Consecuentemente al no poder realizar tratamientos conservadores que ocupan un espacio del que ya no disponemos, únicamente nos queda la resolución quirúrgica.
Disponemos de un conjunto de técnicas quirúrgicas con buenos pronósticos. La alineación de los dedos se realiza de manera sencilla y sin sacrificar en exceso su funcionalidad en la mayoría de los casos.
De nuevo la Cirugía Mínimamente Invasiva vuelve a ser totalmente resolutiva en estos procesos con todas las ventajas que nos aporta.
- Cirugía ambulatoria.
- Mínimas molestias.
- Anestesia local.
- Incorporación laboral pronta.
- Ausencia de cicatrices fibrosas y adherencias.
- Prácticamente nulas infecciones.